21 DE FEBRERO DE 2011, TERCER ANIVERSARIO DEL FALLECIMIENTO DE MARIANO HORNO LIRIA

Publicado en por marianohornoliria

Bossuet

“Al honrar la memoria de los muertos, sus hazañas, sus virtudes, sus altos ejemplos, nos honramos a nosotros mismos y trabajamos, como ellos hicieron, por el bien de la humanidad"

Bossuet

 

REFLEXIÓN: DE UNA ILUSIÓN COMO CONSEGUIR LOS OBJETIVOS DE NUESTRA VIDA          

La familia, la Ciudad, los amigos,  el estudio y España, han sido la ilusión de nuestros amores  y el objetivo de nuestra actividad; para que, entregándonos diariamente a su servicio con un trabajo honrado, pudiéramos hacer algo que realmente tuviera interés. No apuntamos nunca bajo. Miramos alto y de frente. Cuando el premio o meta valen la pena,  el esfuerzo es corto y es necesario hacerlo valientemente hasta el final.

 

REFLEXIÓN: NUESTRO TIEMPO PERDIDO

Ahí está también, por desgracia, nuestro tiempo perdido, que nunca podremos recuperar. Es la lección mayor que estas cuartillas nos están enseñando, cuando, al contemplar nuestras distintas empresas realizadas, hemos caído en la cuenta de algo que, sin darnos cuenta, se nos fue para siempre. De aquí arrancará una firme decisión de no perder ya más el que nos quede la fortuna de vivir.

 

DEDICATORIA IN MEMORANDUM, por D. José Galindo Antón. Publicaciones de –LA CADIERA- Núm. 565, de Mayo 2008

Llegaste a La Cadiera, Mariano, en 1981. Cuando habías dejado la tarea pública, en la que habías adquirido una singular experiencia, que nos supiste transmitir en tus intervenciones. Todos sabíamos de tu integridad moral. Conocíamos tus esfuerzos por mejorar el urbanismo de tu Zaragoza, sin que te guiase otro móvil que contribuir a hacer la ciudad de este tiempo. A la generalidad llegó tu oratoria persuasiva, que habías empleado en las causas justas.

Gozabas dándonos cuenta, a los colegas, de los progresos conseguidos en el departamento del Hospital, cuya dirección se te había encomendado como culmen de una extensa, dura y sabia trayectoria profesional.

Por formación y carácter, aunque discrepases de una opinión escuchada, mantuviste tu parecer con toda delicadeza para el exponente, pero con firmeza ante lo manifestado.

Habías manifestado la calidad de tu espíritu ciudadano, asumiendo responsabilidades en momentos que se presumían no fáciles. Y los superaste con la mayor dignidad. No cediste ante proyectos quiméricos que obedecían a oscuros intereses.

En las relaciones sociales, habías seguido el ejemplo de tu padre, médico, profesor, escritor, político indulgente, académico y figura aragonesa de la primera mitad del siglo XX. En Elvira encontraste la sombra sonriente donde descansar.

Por toda tu trayectoria vital, mantuviste la gentil postura, hasta en los momentos que tu naturaleza física superaba a la intelectual.

Ahora que estás en presencia de la Verdad, percibirás la huella que dejaste en quienes tuvimos la fortuna de estar a tu lado desde la juventud, como en la edad madura.

Mariano Horno Liria, fuiste un luchador, ahora te ha llegado el momento de descansar en la Paz.

José Galindo Antón

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