3ª Parte, ASPECTOS POLÍTICOS
Está clarísimo que la atención prestada por la Administración a Zaragoza durante todo este tiempo ha sido de predilección y de cariño. No nos cansaremos nunca de agradecer lo suficiente al Gobierno el cuidado que ha tenido de los problemas diferentes de esta Ciudad y el interés con que ha buscado el poderles dar solución de la menor manera posible. Sólo por eso, y por el entusiasmo y tesón que todos pusimos en ello, creo que tiempos prometedores y venturosos llegaron hasta estas Tierras en que nacimos y que tanto amamos.
En mi vida política, dos Alcaldes he tenido que influyeron mucho en mí. Al lado de Gómez Laguna y Alierta he aprendido a moverme en la Administración Local. Mis porteros pasos en estas actividades se los debo a ellos, que supieron despertar en mí la vocación política que mi padre me formara durante su vida, ya que fue su pasión en el tiempo que vivió.
A Rafael Orbe Cano, Gobernador Civil de Zaragoza, debo también mucho, por no decir casi todo lo que fui, en estos aspectos de mis actividades por los demás.
El propuso mi nombramiento de Alcalde; de él y con el he aprendido a sortear con paciencia las muchas dificultades en las que nos hemos visto inmersos cada día. A no desfallecer jamás; a mantener una postura digna siempre, cualesquiera que fueran las diferentes situaciones enojosas que se presentaran. A entregarse siempre sin desmayo y a trabajar en equipo unido por los demás.
Yo he cometido, como todos, algunos errores. De ellos, algunas veces fui cariñosamente advertido y siempre aconsejado. Puedo decir, con alegría, que cuando este tiempo haya pasado, habré ganado un amigo que nunca podré olvidar, cualesquiera que fueran las distintas vicisitudes que mi vida por las que tuviera que pasar.
He querido asociarlo a este pequeño esfuerzo e inquietud míos, porque tengo la impresión que aquí hay algo que es suyo, en cierto modo. Me gustaría que al hacerlo patente, me sirviera para poder expresar, públicamente, el mucho afecto y cariño que siento por él.
Todo ello, y otras muchas cosas que el tiempo dirá su fueron buenas o malas, me han permitido conocer a fondo la Ciudad en que vivo. Vincularme a ellos e intentar resolverlos de la mejor manera posible, con los medios que en la mano he tenido.
He pretendido ayudar a las gentes necesitadas y hacer por ellas todo lo posible; dejo sembrados con alegría otros proyectos y pensamientos que las personas que me sigan podrán recoger a su debido tiempo.
Continuará….
Mariano Horno Liria